EL BAILE DE LA VICTORIA
MI CRITICA
El balance general es que me ha gustado la peli, yo creo que sobre todo por el trabajo de los actores, por cierto al final teneis la filmografia de Abel, el joven de la peli que me ha encantado por su espontaneidad, entusiasmo, acento, etc por otro lado la historia tambien esta bien pero no quiero jorobaros la peli, pero si dire que el final no es el esperado pero es el que hay.
Paisajes alucinantes al final y una peli de Trueba que parece latinoamericana por el reparto, y con Ariadna Gil como representante patria.
Podemos decir que nos deja a medio de todo porque no se sabe realmente si es peli romantica, peli politica o qué, el atraco la verdad resulta poco creible y lo mejor es la actuación de LA VICTORIA en el teatro Municipal.
CARTEL
SINOPSIS
Con la llegada de la democracia, el presidente de Chile decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre. Entre ellos se encuentran el joven Ángel Santiago y el veterano Vergara Grey, un famoso ladrón de cajas fuertes. Sus planes no pueden ser más opuestos. Mientras Vergara Grey sólo quiere recuperar a su familia y cambiar de vida, Ángel sueña con vengarse del alcaide y dar un gran golpe. Pero en su camino se cruza la joven Victoria; las vidas de los tres sufren un cambio total que les llevará a enfrentarse con un nuevo destino.
TRAILER
FICHA TECNICA
Dirección: Fernando Trueba.
País: España.
Año: 2009.
Duración: 127 min.
Género: Drama.
Interpretación: Ricardo Darín (Vergara Grey), Abel Ayala (Ángel Santiago), Miranda Bodenhöfer (Victoria Ponce), Ariadna Gil (Teresa Capriatti), Luis Dubó (Marín), Mario Guerra (Wilson), Mariana Loyola (Lili), Gregory Cohen (Sergio), Ernesto Malibrán (Dr. Ortega).
Guión: Fernando Trueba, Jonás Trueba y Antonio Skármeta; basado en la novela “El baile de la victoria” de Antonio Skármeta.
Producción: Jessica Huppert Berman.
Fotografía: Julián Ledesma.
Montaje: Carmen Frías.
Dirección artística: Verónica Astudillo.
Vestuario: Lala Huete.
Distribuidora: Vértice Cine.
Estreno en España: 27 Noviembre 2009.
OTRA CRITICA
“El baile de la victoria”: Sentimientos mudos e impostados
Escrito por Julio Rodríguez Chico el 02.12.09 a las 18:02
Archivado en: Críticas
Le pierden sus pretensiones temáticas y de puesta en escena. Junto a momentos líricos y de cierta belleza poética, encontramos otros que rayan la caricatura. Apenas halla emociones sinceras, buscándolas con artificio y cursilería.
Victoria es el nombre de una joven y muda bailarina de difícil infancia, y también el de la mujer que cambiará la vida de dos ladrones amnistiados tras la llegada de la democracia a Chile. Sin palabras pero con el dolor a flor de piel, esta huérfana cuyos padres fueron represaliados dará alas a un idealista enamorado que ha decidido dar el gran golpe, y también a un marido y padre al que la cárcel le robó su familia. Los destinos de ambos —y los géneros cinematográficos— se cruzan y se mezclan en “El baile de la victoria”, una película que quiere jugar muchas bazas y que acaba dejando frío al espectador, entre el discurso ideológico y la poesía metida con calzador a la luz de la luna, entre el sentimiento siempre buscado pero que suena falso.
A Fernando Trueba le pierden sus pretensiones temáticas y de puesta en escena, y eso hace que naufrague en la memoria de la dictadura chilena, que le sobren las subtramas del alcaide o la del pura sangre que el inocente Ángel Santiago pasea por las calles de la capital, que esté de más la presencia de Ariadna Gil —muy inexpresiva y envarada— y todo lo que conlleva, que alargue la cinta con varios finales para ir del melodrama al cine político y social, seguir con el cine de atracos y después pasar por el cine negro o el romanticismo más poético y artístico. Y entre medias, Trueba se olvida de dar emoción sincera a sus personajes, y sólo alguna escena de la infeliz Victoria logra arrancar sentimientos de compasión o intensidad dramática. Ricardo Darín cumple, como nos tiene acostumbrados, con un personaje serio y de empaque, pero no resulta del todo verosímil su conexión con Ángel y su redención por una causa romántica en cabeza ajena. La joven Miranda Bodenhöfer es quien pone un rostro con humanidad y en quien se percibe mejor el peso del pasado, mientras que a Abel Ayala le toca un personaje más superficial en su actividad y echado hacia adelante en su vitalismo a veces exasperante, aunque el actor le otorgue gracia y desparpajo.
Al irregular guión hay que añadirle unos flashbacks postizos que vienen a subrayar con imágenes lo que se dice con la palabra, a explicitar lo sucedido para no dejar al espectador perdido en una trama con más de un tópico (montañas nevadas, cielos abiertos y estrellados, el mar de la libertad…). El mismo énfasis se advierte en la banda sonora, que alcanza el punto culminante —aunque precioso, todo hay que decirlo— en el baile final de la joven Victoria. Tampoco acierta en esas voces en off para los pensamientos del matrimonio que se encuentra después de cinco años de ausencia, pues no aporta sino perplejidad y pretenciosidad, y el espectador no entiende bien la actitud de la esposa —no basta la seguridad buscada en otro hombre para entender su pose— ni la actitud pusilánime y errática de Nicolás Vergara. En definitiva, una mezcla de momentos líricos y artísticos con otros un tanto caricaturescos —como esa prueba de ballet con un jurado irrisorio—, un atraco poco creíble… y algunas imágenes surreales que vienen a completar una amalgama difícil de casar.
Una historia de delincuentes que tratan de engancharse a una vida de honradez, pero a los que el guionista les niega un futuro de amor y redención. Poco equilibrada y sólo con algunos instantes fugaces de humanidad que parecen querer salir a la superficie, pero que enmudecen como la propia Victoria, ahogados por tanta subtrama y discurso superfluo y reincidente. La película sirve para pasar el rato, y puede provocar alguna empatía, pero apenas halla emociones sinceras, buscándolas con artificio y algo de cursilería. Estuvo en el Festival de San Sebastián y representará a España en los próximos Oscar®.
FILMOGRAFIA DE ABEL AYALA
CINE
2008 "El grito en la sangre" de Fernando Musa
2007 "Pibes", Historias breves, INCA
2006 "Beatriz y La Migala" de Ismael Guil
2006 "El niño de barro" de Jorge Algora
2006 "La mano de Dios" de Mario Risi
2005 "Una historia de barrio" de Gustavo Carrá
2005 "Entre el cielo y el infierno" de Matthias Fiechman
2004 "Grite una noche" de Gabrile García
2004 "El borde del tiempo" de Jorge Roca
2004 "Hermanas" de Julia Solomo Noff
2003 "El polaquito" de Juan Carlos Desanzo
TELEVISION
2007 "Al limite", Telefe
2006 "Gladiadores de Pompeya" de Diana Álvarez
2005 "Criminal" de Eduardo Ripari
2005 "Un cortado", Canal 7
2005 "Mujeres asesinas", Canal 13
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